viernes, 27 de abril de 2012

El fondo del Abismo

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo estima que la tasa de paro en España será del 24,3% de la población activa este año, el 24,2% en 2013, el 23,4% en 2014 y al 22,3% en 2015. Quiere esto decir que han aprobado una reforma laboral que incluye importantísimos recortes a los derechos de los trabajadores para bajar un par de puntillos porcentuales de paro en tres años. Esto es un desastre, porque, además, según las previsiones del Gobierno, el crecimiento de la economía va a ser mediocre.

Llevamos ya cuatro años largos de crisis económica con una gran destrucción de empleo. Durante todo este tiempo, muchos ciudadanos han agotado sus prestaciones por desempleo, no pocos han perdido sus casas por no poder pagar la hipoteca y un buen puñado de personas han comenzado a agotar sus ahorros. Si se cumplen estas previsiones, la economía española no va a crecer al ritmo suficiente para reabsorber el empleo destruido durante la crisis hasta bien entrada la segunda mitad de la presente década.

Así las cosas, ¿cuánta gente se habrá quedado en el camino cuando salgamos de verdad e la crisis? ¿Cuánta gente habrá perdido su casa, sus ahorros, su dignidad? ¿Nadie se ha parado a pensar que las previsiones del Gobierno significan que la clase media de este país podría quedar reducida a la mínima expresión?

Es obvio que se hace cada vez más necesario que en Europa se pongan en marcha políticas que no solo se centren en la contención del gasto, sino que además propicien el crecimiento de la economía. Porque, que nadie se llame a engaños, si no hay crecimiento no se crea empleo por mucho que se empeñe Mariano Rajoy.

Parece que en Europa se está empezando a hablar de reorientar la política económica para beneficiar el crecimiento, pero tal como están las cosas parece que van a llegar tarde, eso si llegan a alguna parte. El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha convocado una cena informal de jefes de Estado para después de la segunda vuelta de las elecciones francesas. Suponiendo que en esa cena se llegue a algún tipo de acuerdo sobre la implementación de políticas de crecimiento, para cuando éstas se aprueben, se pongan en práctica y comiencen a surtir efecto, muchos ciudadanos españoles y de otros países de Europa habrán perdido su trabajo, su casa, agotado sus prestaciones por desempleo y gran parte de sus esperanzas de futuro. 

A este paso, vamos al fondo del abismo. En una ocasión alguien me dijo que el fondo del abismo es el único piso estable, y puede que tenga razón. Pero eso no quiere decir que en el fondo del abismo se esté bien.




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